sábado, 18 de octubre de 2025

Promoción de la salud y prevención de las adicciones.

 

PROMOCIÓN DE LA SALUD 



Cuando hablamos de promoción de la salud, esta es definida como la acción o el conjunto de acciones que buscan promover, impulsar, subir el nivel, destacar, facilitar el acceso, hacer más accesible el acceso de las actividades y los servicios de salud. 

De acuerdo la Conferencia de Ottawa celebrada durante el año de 1986, la promoción de la salud consiste en proporcionar a los pueblos los medios necesarios para mejorar su salud y ejercer un mayor control sobre la misma.

La forma en que se define y entiende tanto la salud como la enfermedad se da en un contexto histórico determinado, se conciben como un proceso, que están mediadas tanto por una dimensión subjetiva como por una objetiva, para una mejor compresión se agrega el concepto o la idea de bienestar, y también al momento de abordar el tema de salud y enfermedad en el fondo estamos hablando de vida o de muerte. 

La promoción de la salud va de lo micro a lo macro, es decir, va desde lo individual como cuando por ejemplo se aborda el tema de los hábitos saludables de una persona, luego se pasa a un grupo o una comunidad, cuando se revisan por ejemplo sus condiciones de vida y si están son dignas e incluso llegar a la población de un municipio o de una ciudad cuando se abordan proyectos o programas que se dirigen a toda su población. 

Para llevar a cabo acciones de promoción de la salud, se requiere de trabajo interdisciplinario (como es por ejemplo Trabajo social, Arquitectura, Licenciaturas en Educación, Diseño grafico, Medicina, Psicología, Ingeniería Multimedia, Administración de negocios, Ingeniería de Datos, entre otras), interinstitucional (por ejemplo como una red de Universidades, de empresas o de comerciantes de una sector) e intersectorial (Universidad, Alcaldía y Empresas). 

Entre las estrategias para la promoción de la salud podemos encontrar la elaboración e implementación de políticas publicas, creación de ambientes saludables (favorables o protectores), fortalecimiento de la gestión comunitaria, desarrollo de conductas de afrontamiento y de competencias sociales, ajuste a la pertinencia y oportunidad de los servicios de salud. 



LA PREVENCIÓN DE LAS ADICCIONES. 




En términos generales, nuestro Ministerio de Salud (1996) entiende por prevención un conjunto de actividades orientadas a evitar la ocurrencia de enfermedades específicas, cuyo objeto son los individuos o grupos sociales, que por sus características tengan una gran probabilidad de adquirirlas (es decir alto riesgo). A su vez, también se entiende por prevención las actividades desarrolladas por los trabajadores del sector de la salud dirigidas tanto a individuos y a grupos sometidos al riesgo de enfermedades específicas y orientadas a evitar que la enfermedad se presente o genere daños mayores.

La prevención tiene entre sus fines la identificación, control o reducción de los factores de riesgo biológicos, del ambiente y del comportamiento, para evitar que la enfermedad aparezca o se prolongue, ocasione daños mayores o genere secuelas evitables

La prevención busca entonces modificar los comportamientos que representen riesgo para la salud, usualmente es por medio de la acciones educativas el método utilizado para alcanzar dicho objetivo, para evitar los comportamientos de riesgo se requiere de acciones orientadas a disminuir los factores de riesgo, más la adopción de estilos y hábitos de vida saludables.




Una manera más amplia y detallada de entender que es la prevención sería hacer la consideración de unas cinco características básicas (Augusto Perez Gómez, 1987 y 2001) para entender que es la prevención, veamos un poco más en detalle:

  • La prevención es un proceso activo y en doble vía, es decir, en el que participan activamente tanto quienes ejecutan las acciones preventivas, como la población objetivo de dichas acciones.
  • Las acciones preventivas abarcan desde la implementación de planes o programas informativos, pasando a su vez por procesos de capacitación, también de presentación de alternativas o de estrategias de intervención. 
  • La prevención busca promover la creación de unas condiciones que reduzcan al mínimo posible la incidencia (número de casos nuevos de una perturbación dada, dentro de un determinado período de tiempo) y/o de la prevalencia (número total de casos de una perturbación, existentes en un momento y en un lugar dados). 
  • La prevención aborda temas que son relevantes para un entorno como es le consumo de sustancias psicoactivas y de las conductas adictivas, pero también puede referirse a otras problemáticas como serían los hurtos, los accidentes de tránsito, las enfermedades sean trasmisibles o no, entre otros temas. 
  • Las acciones preventivas también buscan cambiar las actitudes, valores y comportamientos, que favorecen las adicciones (Pérez Gómez, 1987 y 2001). 

Las acciones preventivas que se pretendan desarrollar deben de tener en cuenta la población objeto de estas, es de considerar asuntos como la edad, la ubicación geográfica, si están o no en condición calle, si es una población vulnerable, el nivel educativo, el estrato socioeconómico, y sobre todo la incidencia y la prevalencia tanto del consumo de sustancias como de las conductas adictivas. 

Se plantea que la prevención como tal tiene tres niveles, veamos cada uno de estos:

Prevención primaria: se refiere a las acciones tendientes a reducir el riesgo de un evento de enfermedad mediante disminución de los factores de riesgo, estas acciones se hacen antes de la aparición de una problemática de salud en si, se suele desarrollar con grupos poblacionales amplios. 

Prevención secundaria: esta nivel hace alusión que dentro de una población ya se manifiesta alguna dolencia o enfermedad, se busca que esta no se agrave aún mas o se propague. Se puede combinar con acciones de intervención temprana o inicial. 

Prevención terciaria: en este nivel, las actividades que van dirigidas a reducir y minimizar el sufrimiento, la duración, la incapacidad, y las secuelas de la enfermedad, los mismo que la adaptación a condiciones irremediables. Son dirigidas a individuos y grupos específicos.

Además de los tres niveles ya mencionados, también las acciones de prevención se pueden catalogar bien sea como especificas o inespecíficas. Las actividades de prevención especificas hacen alusión a que se aborda directamente el tema del consumo y de las adicciones, por ello se habla de manera directa de los términos, los mitos, las creencias, las causas y los efectos, los riesgos y demás, a su vez, las actividades denominadas como inespecíficas, hace alusión a que se abordan son los factores de riesgo y las posibles causas asociadas al consumo de sustancias y de las conductas adictivas, como son por ejemplo las fallas en la resolución de conflictos, no tener un buen uso del tiempo libre, las falencias en la comunicación familiar, la presión de grupo, entre otros. 




Es de comentar que desde la década de los años 90 del siglo anterior, las acciones tanto de promoción como de prevención no solo tienen la mirada puesta en una sola persona o individuo en particular el foco si se quiere es la comunidad como tal, y se llega al concepto de la prevención integral la cual integra los tres niveles al igual que acciones tanto especificas como inespecíficas.  

Antes de realizar acciones ya sean estas de promoción o de prevención, es de suma relevancia definir qué es lo que se pretende hacer, por ello las preguntas iniciales que nos debemos de hacer serían las siguientes:

¿Cuál es el problema?: la magnitud de la enfermedad o el factor de riesgo.

¿Por qué ocurrió?: pregunta por la causalidad.

¿Qué hacer?: pregunta por la intervención, pregunta por las acciones a desarrollar, donde se ubican las acciones individuales y colectivas.

¿Cómo hacerlo?: pregunta por la ejecución de las acciones, donde, cuando, con quien, con que, en la ejecución de las actividades.

Luego de las preguntas previas, se puede agregar las dos siguientes: 

¿Qué se desea?: en términos de ideales colectivos del buen vivir.

¿Cuáles son las condiciones necesarias?: pregunta por los determinantes y las situaciones básicas para conseguir lo que se quiere. 

Entre las acciones que se consideran preventivas encontramos entre otras las siguientes:

Demanda inducida: se refiere a la acción de organizar, incentivar y orientar a la población hacia la utilización de servicios de protección específica, detección temprana y la adhesión a los programas de control.

Protección especifica: es la aplicación de acciones y/o tecnologías que permitan y logren evitar la aparición inicial de la enfermedad mediante la protección, como son la vacunación, la prevención en salud oral, la atención al parto, la atención al recién nacido y la Planificación familiar en hombres y mujeres.  

Detección temprana: son los procedimientos que identifican en forma oportuna y efectiva la enfermedad, facilitan diagnóstico temprano, tratamiento oportuno y reducción de duración y daño, evitando secuelas, incapacidad y muerte.


Una política de promoción de la salud tiene un sentido diferente al de una política de prevención y atención de la enfermedad. Sin embargo, las acciones de prevención y atención pueden y deben integrarse a una gran política de promoción de la salud.

En los programas preventivos se pueden identificar en principio seis énfasis, aunque en la praxis hay programas que recogen diversos focos de trabajo. En teoría, los programas los podríamos clasificar de esta manera:

1. Conocimiento y de información: sobre las causas, efectos, consecuencias, riesgos, y demás. 

2. Afectivo: fortalecer la autoestima, la regulación emocional, 

3. Rechazo: frente al consumo y las adicciones, decirle no, hasta aquí. 

4. Habilidades para la vida: comunicación asertiva, pensamiento critico, toma de decisiones, empatía, resolución de conflictos, entre otros. 

5. Protección y cuidado: entregue las llaves, conductor elegido, testeo de sustancias en lugares de consumo, regulación del tiempo y dinero destinado a una actividad. 

6. Actividades extras: las que se hacen fuera de jornada académica o laboral, como son por ejemplo los entrenamientos planificados, las competencias organizadas, la participación en voluntariados, tocar instrumentos musicales, y demás. 


martes, 23 de septiembre de 2025

Conductas adictivas: tercera parte

 

Una aproximación a la incidencia de las conductas adictivas en la población colombiana.

 
En la sesión de hoy, y luego de hacer un recorrido por las algunas de las conductas adictivas más reconocidas como son la ludopatía, las compras compulsivas, la vigorexia y el consumo de contenidos por medio del celular, se hará un ejercicio de aproximación a la incidencia de estas conductas problemáticas en la población de nuestro país. Es de resaltar que al momento de desarrollar este contenido (agosto de 2025) no se encuentran como tal grandes estudios nacionales de la población en general, pero si se encuentran estudios locales realizados en diversas ciudades de la geografía nacional que esto permite al menos realizar una aproximación inicial al fenómeno.





La ludopatía.




En la ciudad de Medellín se llevó a cabo una investigación que abordó a 50 jugadores de casino con problemas de adicción al juego, de ambos sexos y que han acudido a un centro de tratamiento privado para las adicciones. El estudio se pregunta por los factores de riesgo que llevaron a estas personas a la dependencia (Castaño, Calderón y Restrepo, 2016). La metodología utilizada posterior al consentimiento informado fue la aplicación del Cuestionario Breve de Juego Patológico y la realización posteriormente de una entrevista semiestructurada.  

Acerca de este grupo de 50 participantes, se describe que 35 son mujeres, 15 hombres, con un rango de edad que va desde los 35 años hasta los 65 años, en cuanto a la escolaridad, 12 de estos terminaron la primaria, 20 terminaron el bachillerato, 10 tienen formación técnica y los otros 8 formación universitaria. Este estudio reafirma la concepción de la ludopatía como una problemática multicausal que no responde a una sola o única causa. Los factores de riesgo identificados en la entrevista se reparten en tres categorías: socioambientales, familiares y personales (Castaño, Calderón y Restrepo, 2016). 

En relación a los socioambientales, se destaca la disponibilidad y la oferta de los casinos en Medellín (los cuales del 2016 a la fecha han aumentado además de la opción de poder jugar y apostar en casinos en línea), se hace mención del insuficiente control legal de los casinos (asunto que habría que revisar en el contexto actual), falta de espacios recreativos, deportivos y culturales para los ciudadanos (en este punto me pone a pensar si es en verdad la carencia de los espacios o no tener conocimiento acerca de los mismos), el buen ambiente y la atención que brindan en los casinos (lo cual sigue siendo así), y el contexto educativo en cuanto una formación que se limita a ser solamente académica y los recesos de vacaciones demasiado largos (Castaño, Calderón y Restrepo, 2016). 

El otro factor mencionado fue el familiar y el cultural, lo primero es de señalar que en el imaginario social esta el asunto de apostar en el juego, ya sean cartas, parques, dados, domino, carreras de caballos, resultados de partidos de futbol, el chance, la lotería (sobre todo los días viernes con la Lotería de Medellín) , el bingo, entre otros, de allí viene la idea que en esta región del país (Antioquia) somos apostadores por tradición, estos asuntos también fueron referidos por las personas que participaron en el estudio (Castaño, Calderón y Restrepo, 2016), además que la mayoría de los 50 participantes hicieron mención de la conducta de juego y de apuestas en su familia, además de carencias afectivas, fallas en la comunicación, dificultades para la resolución de conflictos, además de un gran peso que al interior de sus familias se le da al dinero y a las posesiones materiales. 

En lo referente a las características personales, en este grupo de 50 personas con problemas de ludopatía, Castaño, Calderón y Restrepo (2016) encuentran que tienen tendencia a la inestabilidad en sus relaciones de pareja, dificultades para expresar sus sentimientos y se  busca en el casino un refugio a sus estados de soledad. Además, la mayoría de ellos manifiesta que no se dio cuenta del momento en que su conducta de juego paso a ser problemática. 

La publicidad y el mercadeo no son ajenos al tema de promocionar los juegos en general, pero sobre todo lo que tiene que ver con las apuestas deportivas, hasta el propio torneo profesional de futbol en Colombia es patrocinado por una casa de apuestas (Betplay) y de diversos equipos que también reciben estos patrocinios: 

Atlético Nacional (Betsson), Deportivo Cali (WPlay), Atlético Bucaramanga (Rivalo), Deportivo Pereira (Rivalo), Deportes Tolima (BetPlay), Independiente Medellín (WPlay como copatrocinador), Santa Fe (BetPlay como copatrocinador), y La Equidad (BetPlay como copatrocinador). Además, Millonarios, Junior, América, Unión Magdalena, Envigado, Deportivo Pasto, Boyacá Chicó y Alianza también tienen patrocinios de casas de apuestas, aunque a menudo como patrocinadores secundarios. 




En un ejercicio investigativo realizado por Gómez, Valiente, Beltrán y Preciado (2020), señalan que en Colombia los juegos pero sobre todo apuestas, que se realizan por medio de paginas Web o de plataformas digitales de manera legal comienzan operaciones en julio del año 2017 y que desde allí este negocio va en aumento. Según estos mismos autores al año 2020, los impuestos destinados para el sistema de salud nacional asciende a más de $68.417 millones de pesos. 

Al mes de abril del año 2025, en Colombia se cuentan 15 operadores autorizados o casas de apuestas reconocidas legalmente, que son los siguientes: Wplay.co, Bwin, Zamba, Stake, Betplay, Sportium, FullReto, Luckia, Yajuego, Codere, Wonderbet, Rivalo, Megapuesta, Betsson y Rushbet.co. Según un articulo publicado en la Revista Semana (2024), en el año de 2023 las apuestas en línea en Colombia movieron 35,6 billones de pesos, y entre enero y agosto del año 2024, fueron 28 billones. 


Fuente: Diario La Republica (2024) 

En relación al tema de las casas de apuestas, asuntos como la publicidad y el mercadeo no son ajenos en su practica empresarial, prueba de ello es la campaña de medios de Betplay (2020) a la cual le invierten 9 mil millones de pesos, e incluso definen el perfil del consumidor de su producto, hombres entre los 18 a los 35 años de edad, con gusto por los juegos de azar y de las apuestas, que sienten además atracción por los deportes, no solo el campeonato profesional de fútbol colombiano, también los torneos internacionales y otros deportes y torneos, en especial los de Estados Unidos (beisbol, basquetbol, hockey y futbol americano). 

Volviendo al ejercicio investigativo realizado por Gómez, Valiente, Beltrán y Preciado (2020), se resalta que en el grupo de 155 personas que encuestaron se encuentra que el 92% de las personas encuestadas manifiesta haber visto algún tipo de publicidad en relación a los juegos de azar o a las apuestas en línea. Respecto a los medios por los cuales se ve este tipo de publicidad se destacan la televisión, las redes sociales virtuales y la radio. A su vez, en este grupo de 155 personas, se encuentra que el 65% de los participantes manifestó que no tiene experiencia realizando apuestas, se tiene que un 21% dice que cree tener un nivel conocimiento intermedio y finalmente, habría un 11% que se consideran como expertos. Llama la atención, que se les preguntó que si consideraban que tenían ludopatía, el 84.7% manifiesta que esto no es así, no obstante, un porcentaje significativo realizan de manera frecuente apuestas en línea y a su vez se ven como apostadores expertos. 

Por su parte (Montoya, 2024) se preguntó por las características de personalidad asociadas al juego patológico entre los adultos jóvenes de la ciudad de Medellín.  En un grupo de 40 adultos jóvenes, en su mayoría hombres (90%) entre los 18 y los 30 años de edad, los cuales se contactan por medio de la red social virtual de Instagram y de WhatsApp. Entre los resultados mas relevantes del estudio, cabe por resaltar que de los 40 participantes, un 45% de las personas encuestadas tiene “algún problema con el juego”,  a su vez, un 20% de la muestra “no presenta problemas con el juego” y el otro 20% de las personas encuestadas serían un “posible jugador patológico”. 

También, en el mismo estudio (Montoya, 2024) al hacer una comparación para la conducta de juego entre hombres y mujeres, se encuentra que en el caso de los hombres la motivación para jugar y apostar es el deseo de ganar dinero fácil, en cambio, en el caso de las mujeres la motivación para el juego estaría más en llenar vacíos emocionales y disminuir los sentimientos de soledad. En este grupo, también se encuentra que las personas que posiblemente tengan problemas de ludopatía reportan consumo de alcohol a veces, aunque no necesariamente se estaría ante una problemática dual (ludopatía y alcoholismo). 

A los participantes que les gusta apostar, se encentra que un 45% le gusta hacerlo tanto de manera presencial en el casino a la vez que de forma virtual al mismo tiempo, casi que a una tercera parte (32,5%) solo le gusta asistir a lugares de apuestas físicos (asistir al casino como tal, o ir un sitio como un puesto de Gana a realizar la apuesta) y el otro 7,5% solo les gusta las apuestas en línea. Respecto a los rasgos de la personalidad, los resultados fueron contra intuitivos, ya que se esperaba que predominaran la falta de control, la extroversión y la apertura a la experiencia, lo cual no fue así (Montoya, 2024)

 
Las compras compulsivas. 





En Barranquilla (Luna, Puello y Botero, 2004) se hace una investigación en torno a la compra impulsiva en grupo de 200 jóvenes universitarios de la Universidad del Norte del programa de Psicología, en esta indagación se confirma la hipótesis de trabajo de que hay una relación proporcional entre el materialismo y la compras compulsivas, la creencia que entre mas cosas se poseen se es más fácil. También entre la población encuestada, sobresalen pensamientos como: "cuando tengo problemas voy de compras", "me siento realmente a gusto cuando voy de compras", "me gusta el lujo en mi vida" y "la marca representa la importancia de una empresa y de sus productos". 

En la ciudad de Villavicencio (capital del departamento del Meta) se realizó una indagación de la conducta de compras compulsivas (Cruz, Mancera y Ortiz, 2014), las autoras de esta investigación, señalan que el tener un modelo económico que se fundamenta en el capital, esto tiene entre varios efectos que las relaciones sociales se basen en la dominancia que unas personas tienen sobre otros debido al poder adquisitivo. 

En el caso de Villavicencio se ubica en este contexto, la dinámica de una sociedad de consumo, a pesar de que se allí no existe como tal un capitalismo plenamente desarrollado como tal, más bien es básico, aunque las autoras comentan también,  que en su ciudad cada vez se construyen más centros comerciales, que todo gira alrededor del comercio, de la compra y venta de productos, además de los negocios más pequeños, donde se observan vendedores(as) tanto en los almacenes como en la vía publica, de tal manera que lo que se enseña a diario a los y as jóvenes es que el mundo es un gran comercio y que comprar es uno de los mayores placeres. Esta imagen no solo tiene aplicación a una ciudad "intermedia" como Villavicencio, se puede extender a un numero amplio de ciudades capitales y municipios de todo e territorio nacional. 

Otro trabajo investigativo que también aborda población universitaria, pero esta vez de la ciudad de Cali (Muñoz, 2019) busco indagar la relación entre el nivel de autoestima y las compras impulsivas. En la revisión de antecedentes realizada por la autora, encuentra que la mayor prevalencia de las compras compulsivas esta entre las mujeres jóvenes, que están en un rango etario entre los 18 años hasta los 30 años, las que presentan la conducta de comprar de manera compulsiva, manifiestan tener un deseo incontrolable por realizar compras, estas no son planeadas y muchas veces se adquieren objetos que son innecesarios. 

Este tipo de conductas se vuelven repetitivas, se pretende eliminar los sentimientos o las vivencias negativas, como son el estrés, la ansiedad, la soledad, entre otros, luego de este, sigue un lapso de satisfacción momentánea a partir de la compra y luego se transforma en sentimientos de culpa, además, tiende a provocar grandes conflictos familiares por las implicaciones económicas que esto conlleva (Muñoz, 2019). Como hallazgo mas significativo de este ejercicio investigativo cabe destacar que si hay una correlación proporcional entre la baja autoestima y las compras compulsivas. 

Por su parte Doria (2024) realizó un estudio exploratorio en 260 personas entre los entre los 25 a los 35 años de la ciudad de Montería, 151 mujeres y 109 hombres, seleccionados al azar de los estratos del 2 al 6 a los cuales se les aplicó dos escalas o pruebas (impulsividad en la compra y hábitos y conductas de consumo. Entre los hallazgos más relevantes se destacarán los siguientes:
  • El 41% de las personas encuestadas con algunos productos siente la necesidad inmediata de comprarlos. 
  • El 49% le ha ocurrido que le ha gustado tanto un producto que no ha podido evitar comprárselo. 
  • El 13% a sentido a veces el deseo irremediable de comprar algo. 
  • E 83% de las personas encuestadas nunca hace una lista de los servicios y productos que va a comprar. 
  • Un 10% siempre gasta mas de lo que debería. 
En cuanto a las diferencias entre mujeres y hombres al momento de hacer compras, se encuentra que en el caso de las primeras su motivación esta encaminada a productos y servicios que tienen que ver con su imagen personal (vestuario, calzado, maquillaje, accesorios, peluquería, arreglo de uñas y demás) en el caso de los hombres, las compras van dirigidas accesorios para el automóvil, accesorios para reproducción de música, informática y accesorios para la práctica deportiva (Doria, 2024).   

La vigorexia. 


Desde el punto  vista teórico, la vigorexia ha tenido varias formas de aproximación y de entendimiento, se habla por ejemplo de la dismorfia corporal, también como parte de los trastornos de tipo obsesivo compulsivo,  o también cercana a los trastornos de la conducta alimentaria como la anorexia y la bulimia (Aguirre, Cardona y Aguirre, 2011). En la actualidad en el manual diagnóstico de la Sociedad Americana de Psicología (APA por sus siglas en ingles), en su versión más reciente (la numero 5) se menciona como Trastorno Dismórfico Corporal y forma parte de los cuadros obsesivos compulsivos. A su vez, en la Clasificación Internacional de Enfermedades en su ultima versión (es la numero 11) se menciona la Disforia de Integridad corporal. 

En el año 2021, en Bogotá D.C, se lleva a cabo un estudio que aborda el tema de la vigorexia y las redes sociales virtuales en un grupo de 30 hombres con edades comprendidas entre los 18 hasta los 37 años que residen en las localidades de Suba y Kennedy que asisten con frecuencia a los gimnasios que están en las zonas ya mencionadas. (Londoño y Granada, 2021) en esta indagación se parte de la premisa que una autoimagen positiva es un factor protector respecto a desarrollar un cuadro de vigorexia. 

Entre los resultados mas relevantes del estudio se encuentra que el 16% de los encuestados con frecuencia tiene sentimientos negativos (ansiedad, preocupación, depresión, entre otros) por su apariencia física a su vez, un 13% oculta su cuerpo o partes de su cuerpo por inseguridad y/o por incomodidad, el 35% realiza dietas con frecuencia, el tres por ciento manifiesta que ha tenido dificultades sociales, un 4% que evitan ser vistos, así como un 7.5% que ha tenido afectaciones en su vida sexual, el 16% ha consumido sustancias como esteroides o anabolizantes, no obstante falto cruzar la frecuencia y tiempo dedicado al ejercicio con las dificultades ya mencionadas. 


Referencias bibliográficas. 

Aguirre Loaiza, Héctor Haney, Cardona Tangarife, María Alexandra y Aguirre Loaiza, Gustavo Adolfo (2011) Dismorfia muscular o vigorexia: una revisión teórica. Programa de Psicología, Universidad de Manizales. III Congreso Latinoamericano de Estudiantes de Psicología (2011), Quito - Ecuador. Documento en formato PDF, 7 paginas, disponible en la pagina Web: https://revistasum.umanizales.edu.co/ojs/index.php/psicoideas/article/view/1049/1156 

BetPlay (2020) Brief: propuestas campaña de medios 2020, producto BetPlay. Documento en formato PDF, 4 paginas. Disponible en la pagina Web: chrome-extension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/https://www.cempresarial.co/admin_proveedores/condiciones_convocatorias/Convocatoria%20No.%200026%20Brief%20Central%20de%20Medios%20BetPlay%202020.pdf

Castaño Perez, Guillermo Alonso, Calderón Vallejo, Gustavo Adolfo, y Restrepo Escobar, Sandra Milena (2016) Factores de riesgo para ludopatía en un grupo de jugadores de casinos en la ciudad de Medellín, Colombia. Salud y Drogas, volumen 16, número 2. 135 - 145 pp. ISSN: 1578-5319. Documento en Formato PDF, disponible en la pagina Web: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=83946520007 Instituto de Investigación de drogodependencias Alicante, España. 

Cruz Vargas, Luz Angela, Mancera Cruz, Judith Natalia y Ortiz Beltrán, Ginna Alexandra (2014) Conductas de Compra Compulsiva e Impulsiva en Mujeres de la Ciudad de Villavicencio, Meta. Universidad Cooperativa de Colombia, Facultad de Psicología, Trabajo de grado, 52 paginas. Documento en Formato PDF. Disponible en la pagina Web: https://repository.ucc.edu.co/server/api/core/bitstreams/01c3291c-20ff-4324-9d94-0f1d84d6a9a2/content 

Doria Velásquez, Kelly Sofía (2024) Impulsividad hacia la compra en el adulto joven de la ciudad de Montería: una aproximación al acto de la compra impulsiva a partir del orden simbólico en el sujeto.  Universidad Pontificia Bolivariana. Trabajo de Investigación. Documento en formato PDF, 49 paginas. Disponible en la pagina Web: https://repository.upb.edu.co/bitstream/handle/20.500.11912/11827/Impulsividad%20hacia%20la%20compra%20en%20el%20adulto%20joven%20de%20la%20ciudad%20de%20Montería.pdf?sequence=1&isAllowed=y 

Gómez Figueroa, Natalia, Valiente Ortegón, Karen Sofía, Beltrán Suarez, Angelica, y Preciado Guerrero, Hernán Mauricio (2020) Análisis de la influencia de la publicidad en el aumento de la ludopatía por apuestas deportivas. Universidad EAN, Especialización en Gerencia de Mercadeo. Seminario de Investigación especialización. Documento en formato PDF, 22 paginas. Disponible en la pagina Web: https://repository.universidadean.edu.co/entities/publication/430bece6-feb6-4be3-a03f-a7858b46ecb4 

Londoño Ebratt, Valentina María y Granada Roa, Luisa Paola. (2021) Vigorexia y redes sociales: un estudio sobre la autoimagen en hombres de 18 a 37 años en gimnasios de Bogotá. Corporación Universitaria Iberoamericana. Trabajo de grado, en formato PDF, 186 paginas, disponible en la pagina Web: https://repositorio.ibero.edu.co/handle/001/5063 

Luna Arocas, Roberto, Puello Arrieta, Shirley y Botero, María Mercedes (2004) La compra impulsiva y el materialismo en los jóvenes: estudio exploratorio en estudiantes universitarios de Barranquilla (Colombia). Psicología desde el Caribe, numero 14, diciembre, 2004, pp. 1-26 Universidad del Norte Barranquilla, Colombia. Formato en PDF. Disponible en la pagina Web: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=21301401

Montoya Velásquez, Manuela (2024) Características de personalidad y conductas problemáticas asociadas con el juego patológico en adultos jóvenes de Medellín, Colombia. Universidad EAFIT. Escuela de Artes y humanidades. Departamento de Psicología. Trabajo de grado, 38 paginas. Documento en formato PDF. Disponible en la pagina Web: https://repository.eafit.edu.co/items/92af5379-a0c4-4e6e-9249-5b22002bf5e0 

Mora Aguilar, Karen Valentina (2024) ¿Le gustan los juegos de azar? Estas son las casas de apuestas que encuentra online. Diario La Republica. Documento HTML, disponible en la pagina Web: https://www.larepublica.co/internet-economy/casas-de-apuestas-que-hay-en-internet-3808219 

Muñoz Mosquera, Luisa María (2019) Relación entre el nivel de autoestima y la compra compulsiva en mujeres estudiantes de pregrado de una Universidad privada de la ciudad de Cali. Universidad EAFIT. Facultad de Humanidades, Departamento de Psicología. Trabajo de grado, 49 paginas. Documento en Formato PDF. Disponible en la pagina Web: https://repository.eafit.edu.co/server/api/core/bitstreams/8bfce775-8796-4667-bc01-f37f400036d5/content 
  
Semana (Redacción economía) (2024) Estas son las billonarias cifras de la industria de las apuestas en línea. ¿De buenas en el juego y de malas ante la Dian? Publicaciones Semana SA. ISSN 2745-2794. Documento en formato HTML. Disponible en la pagina Web: https://www.semana.com/economia/articulo/estas-son-las-billonarias-cifras-de-la-industria-de-las-apuestas-en-linea-de-buenas-en-el-juego-y-de-malas-ante-la-dian/202400/ 

martes, 29 de julio de 2025

Conductas adictivas: segunda parte.

 

Las compras compulsivas, la vigorexia y 





Las llamadas también adicciones sin droga surgen como una actividad, que en principio es aparentemente inocua, que realizan las personas de manera repetitiva y que les produce placer y satisfacción, además de la consecución de algún objetivo y una gran sensación de tener el control. 

El día de hoy haremos el abordaje de tres conductas que por si mismas no son negativas como son hacer las compras, practicar algún deporte o hacer ejercicio y el uso de diversos dispositivos tecnológicos (como son el teléfono inteligente, la Tablet, el computador portátil, el computador de escritorio, entre otros) para consumir contenidos en línea (como son las redes sociales virtuales, YouTube, TikTok,  Onlyfans, videos de contenido erótico, y demás). 

No obstante, cuando son conductas que se desarrollan sin control, con falta de un propósito claro, con afectación negativa en las áreas de desempeño (académica, laboral, familiar, pareja y social), y que van generando secuelas en la salud física, mental y emocional, ya entramos al terreno de una conducta problemática o hasta incluso hablar de una adicción como tal. 


Adicción a las compras (compras compulsivas). 




El trastorno de compras compulsivas se caracteriza por un comportamiento desadaptativo de compra persistente e irresistible, que ocasiona graves consecuencias negativas al individuo y a su entorno (conflictividad familiar y de pareja, disminución del rendimiento a nivel laboral o escolar y problemas financieros). El trastorno de compras compulsivas se caracteriza además, por la presencia de preocupación, impulsos y/o comportamientos desadaptativos de compra persistentes, que ocasionan un perjuicio al individuo y/u otras personas de su entorno. Los episodios de compra son más frecuentes y duran más tiempo del planificado y habitualmente consisten en la adquisición de objetos que no se necesitan.

Frecuentemente es una conducta que se realiza en solitario, comprando en cualquier establecimiento, las personas que compran de manera compulsiva, experimentan reducción de la ansiedad y elevada excitación y otras emociones positivas durante el acto de comprar. Sin embargo, rápidamente son seguidos por sentimientos de tristeza, culpa o enfado cuando se ha adquirido el producto. Por esta razón, en muchas ocasiones los productos no se utilizan y se almacenan.  

La edad media de inicio del trastorno se sitúa entre los 18-30 años de edad y el curso tiende a ser crónico, sin embargo, se ha visto que los pacientes tardan una media de diez años en buscar tratamiento especializadoPresenta una elevada comorbilidad con otros trastornos psiquiátricos, sobre todo trastornos de ansiedad, trastornos del estado de ánimo, trastornos por dependencia de sustancias, trastornos de la conducta alimentaria y otros trastornos del control de impulsos. 

En la población general la prevalencia se sitúa entre un 1 % y un 11,3 % y se observa que es más frecuente en mujeres que en hombres.  Se ha visto que las mujeres tienen más propensión que los hombres a utilizar las compras como estrategia de regulación emocional. En cuanto a los objetos adquiridos, también se han observado diferencias de género: mientras los hombres tienden a comprar objetos instrumentales y de ocio relacionados con la independencia y la actividad, las mujeres suelen comprar más objetos simbólicos y de autoexpresión asociados con la apariencia y el bienestar emocional. 

Las nuevas tecnologías han contribuido a exacerbar este trastorno, encontrándose cifras de compras compulsivas en línea en torno al 16 %. Algunos autores destacan el hecho de que internet permite comprar sin ser observado, evitando la interacción social y obteniendo una gratificación rápida, elementos que facilitan el descontrol de la conducta. 

La causa de las compras compulsivas es desconocida, pero se plantea que factores psicológicos, biológicos y sociales contribuyen a su desarrollo y mantenimiento. En referencia a los factores psicológicos que más sobresalen, la mayoría de teorías coinciden en la función de la compra como estrategia para mejorar el estado de ánimo, la baja autoestima, las compras como estrategia de evitación de los problemas. En el desarrollo y mantenimiento del trastorno, hay evidencia del papel del rasgo de la impulsividad, sobre todo como respuesta a estados de ánimo, tanto positivos como negativos.

Algunas de las características que presenta la persona que compra de manera impulsiva son las siguientes:

  1. Adquiere cosas que no necesita o no había planeado.
  2. Siente remordimientos tras hacer una compra.
  3. Hace compras cuando está de mal humor, tiene estrés o depresión.
  4. Lucha constantemente con deudas o problemas de dinero.
  5. Siente la necesidad de esconder sus compras de otras personas.
  6. Le cuesta seguir un presupuesto y siempre gasta más.
  7. Adquiere el mismo tipo de artículo sin necesidad real.
  8. Depende de las tarjetas de crédito.
  9. Pone excusas como “me lo merezco” o “para eso trabajo” a pesar de que tiene deudas pendientes o son gastos que se salen de su presupuesto.
  10. Siente que comprar es la solución a un vacío emocional.

A nivel biológico, se plantea que el déficit en el funcionamiento de determinados neurotransmisores (sistema dopaminérgico, serotoninérgico y opioide) explicaría la existencia y mantenimiento de dicha conducta adictiva. También existen pruebas de que las compras compulsivas se relacionan con aprendizajes de este tipo de conducta en el ambiente familiar, las formas de crianza disfuncionales (excesiva autoridad por parte los padres, falta de afecto durante la infancia, entre otros) y la presión de los amigos hacia el consumo. 

También, respecto del origen de las compras compulsivas, dentro de las motivaciones detrás de esta conducta se pueden señalar entre otros:

1. La satisfacción o gratificación inmediata: la generación de dopamina asociada al placer o a la recompensa. 
2. La presión social y la baja autoestima: a menor autoestima se aumenta el riesgo que las compras se hagan para compensar la pobre visión acerca de si mismo(a). 
3. Poca tolerancia al malestar y a la incertidumbre: se recurre a las compras para evitar el malestar, para aliviar la ansiedad o el estrés. 
4. Compras por compensación: después de un periodo de privación de no poder hacer compras, debido por ejemplo al confinamiento, una situación económica difícil, el desempleo entre otros, se realizan compras como una estrategia de compensar las privaciones pasadas. 

En relación al tratamiento psicológico, el tratamiento más eficaz es la terapia cognitivo-conductual, tanto en formato individual como grupal. Los objetivos de la terapia se centran en interrumpir y controlar la conducta de compra problemática, establecer patrones de compra sanos, reestructurar pensamientos irracionales y emociones negativas asociadas con la compra y desarrollar estrategias de afrontamiento adecuadas. La mayoría de estudios han demostrado reducción significativa tanto del número de episodios de compra compulsiva como del tiempo invertido en esta conducta, y esos resultados se mantenían a los 6 meses de haber finalizado el tratamiento. 

Para una breve ilustración de lo que puede pasar en los pensamientos de una persona con problemas asociados a su conducta de comprar veamos este corto video extraído de la película, "Loca por las compras":







No es de negar la existencia en mayor o menor medida en el contexto internacional, de un culto que adquiere tintes de excesivo a la belleza corporal y una obsesión por la salud entendida como la perfección corporal y estética. El cuerpo se ha convertido para muchas personas en el referente más importante de su propia identidad que homogeneiza valores a falta de otros de diferente naturaleza. Los medios de comunicación también refuerzan este mensaje por medio de películas, redes sociales virtuales, videos cortos y la publicidad en general, hasta se relaciona la felicidad con la imagen del cuerpo, asociando entre si los conceptos de hermosura, bienestar y salud (Rodríguez Molina, 2007). 

La actividad física tiene beneficios fisiológicos, psicológicos y sociales, y puede contribuir a la prevención y al control de muchas enfermedades, aunque el exceso de ejercicio físico se puede convertir en un problema que afecta la vida de las personas. En ese contexto se describe a la vigorexia como una condición que puede afectar la salud en diversos aspectos. 

No caben dudas de que la actividad física tiene beneficios fisiológicos, psicológicos y sociales, y puede contribuir a la prevención y al control de muchas enfermedades. Uno de los principales motivos para iniciarse en la práctica de ejercicio físico es mantener la salud y obtener una buena forma física, aunque para realizar una práctica deportiva segura, saludable y efectiva es recomendable un examen de salud previo.  

Sin embargo, el exceso de ejercicio físico se puede convertir en un problema que afecta la vida de las personas y su orientación debe ser parte de la formación humana, especialmente de los profesores de educación física y profesionales vinculados al área de la salud, pues se señala que la obsesión y la compulsión a la práctica de actividades relacionadas con el entrenamiento y ejercicio, podría ser un precipitante hacia la vigorexia, la cual constituye un trastorno mental por insatisfacción de la imagen corporal debido a la subestimación de la forma y el tamaño de cuerpo, como consecuencia de la distorsión en la imagen del cuerpo experimentada por los afectados.

En ese contexto se describe a la vigorexia como una condición que se presenta mayoritariamente entre jóvenes que acuden a la realización de manera excesiva de ejercicios y dietas para alcanzar un cuerpo musculoso, sin tener en cuenta que ello puede afectar la salud en diversos aspectos. A manera de listado, los elementos claves que nos ayudarían a tener claridad si una persona podría tener vigorexia serían los siguientes:

1. Son personas que hacen mucho ejercicio físico, con el objetivo declarado de alcanzar una determinada masa muscular mayor que la que ya poseen. 

2. La cantidad de tiempo que dedican al ejercicio (hacerlo o pensar en hacerlo) entorpece su adaptación social, laboral, académica e incluso familiar y de pareja.

3. Los afectados presentan una alteración de la imagen corporal, por lo que se creen más débiles y delgados de lo que son.

4. La mayoría son hombres de edades entre los 18 y los 25 años. 

5. Con una frecuencia mayor que en la población general, aparecen otras conductas desadaptativas, como una alimentación inadecuada o consumo de fármacos peligrosos para la salud.

Se asocian las conductas de los sujetos vigoréxicos con las adicciones no químicas o de la conducta como son el juego, el trabajo, la comida o el sexo. La práctica  compulsiva del deporte proporciona placer, es decir, ejerce un papel de refuerzo, a su vez, disminuye "en principio" o de manera temporal la ansiedad y el estrés. Los sentimientos negativos que perciben los adictos al deporte cuando no pueden practicarlo resultan similares a los de abstinencia a otras conductas adictivas o incluso al consumo de sustancias psicoactivas. 

La explicación etiológica se ha llevado a cabo generalmente desde modelos multicausales, en los cuales se suele hablar de factores predisponentes, desencadenantes y mantenedores de la adicción, que se encuentran en constante interacción. Estos factores pueden ser socioculturales, psicológicos y biológicos. 

Al igual que en apartado anterior, veamos un breve video en el cual podemos hacer una aproximación a lo que le ocurre a una persona con este tipo de dificultades asociadas con el cuerpo y el ejercicio (dar clic en enlace de YouTube):






Adicción a las redes sociales virtuales y consumo de contenidos en Internet.




El uso de los llamados teléfonos inteligentes (smartphones) tienen una serie de ventajas que es importante mencionar como son la conexión a Internet, la capacidad de poder enviar y recibir textos, imágenes, videos, documentos y/o audios, poder contactar con la empresa, los clientes y/o los proveedores, relacionarte en las distintas redes sociales virtuales, la posibilidad de realizar más tareas en menos tiempo y otras mas. 

Por otra parte, el uso de los celulares y sobre todo el abuso o mas aún la adicción puede generar niveles más altos de ansiedad o de estrés, la incapacidad de podernos desconectar en algún momento del día, deterioro en tus relaciones sociales reales o también llamadas encuentros cara a cara, invasión del trabajo (estudio) en tu tiempo libre o viceversa, la pérdida de concentración y disminución de la productividad.

Un concepto que ha venido cogiendo fuerza en los últimos años es el de "nomofobia", este concepto hace alusión al miedo o ansiedad que experimenta una persona al estar separada de su teléfono móvil o sin acceso a este, ya sea por falta de batería, señal, o simplemente por no tenerlo cerca. El término, que proviene del inglés "no mobile phone phobia", se ha vuelto más común con el aumento del uso de teléfonos inteligentes y la dependencia a las redes sociales y la conectividad constante. En la siguiente imagen podemos ver algunas conductas que son propias de la nomofobia.  



Además de lo anterior, los síntomas que puede presentar una persona con adicción al celular, serían los siguientes:

1. Usar regularmente el teléfono móvil y dedicarle cada vez más tiempo, quitándoselo a otras actividades como el estudio, trabajo, quedar con amigos, ocio, etc.

2. Tener dos o más dispositivos y llevar siempre un cargador contigo.

3. Sentirte ansioso y nervioso ante la idea de perder el propio teléfono, no tenerlo cerca o disponible, o no poder usarlo por estar ‘fuera de lugar’, por la falta de conexión, la batería descargada…

4. Uso continuado del móvil en lugares y situaciones en las que está prohibido su uso o es peligroso (conduciendo, caminando, en el cine o en el teatro, restaurantes, etc.). También puede que se eviten estos contextos para poder seguir utilizándolo.

5. Mirar de forma continuada la pantalla del teléfono para ver si se has recibido mensajes o llamadas.

6. Mantener el teléfono móvil siempre encendido (24 horas al día) y dormir con él en la cama.

7. Tener pocas interacciones sociales cara a cara, preferir comunicarse utilizando las nuevas tecnologías.

8. Intentar de forma repetida controlar, reducir o parar el uso del móvil.

9. Contraer deudas o grandes gastos por el uso del teléfono móvil.

10. Estado de agitación, irritabilidad, angustia, desorientación y con frecuencia síntomas físicos como taquicardia, temblores, alteraciones en la respiración, etc.

A la vez, aquí también se proponen 9 pautas que nos ayuden a encaminarnos a un uso adecuado o moderado de nuestro teléfono inteligente. 


Un 37% de los usuarios de móviles en general confiesa que no sabe utilizar todas las funciones de éstos, con el celular de alta gama pasa algo parecido, algunas veces, más que por su funcionalidad se adquieren porque son un símbolo de estatus. Para una mejor ilustración te invito a ver el siguiente video:





… esa lucecita verde o roja que se enciende y vibra para avisar si hay un mensaje nuevo produce impulsos irreprimibles: una vez encendida el usuario no puede contener las ganas de consultar la novedad.


Consúltalo de vez en cuando, en vez de estar comprobando de modo continuo si hay mensajes en la misma. A veces se llega al extremo de consultar cualquier cosa que viene a la mente, para no dejar de usar el teléfono. Para que esto no ocurra, puede resultar muy útil configurar un modo racional de consulta.

4. Desenchúfate…

  • Una hora antes de dormir.
  • En las reuniones de con tus familiares y amigos. 
  • A la hora de la alimentación. 
  • En tú tiempo libre, ya que se diluye el límite del horario laboral (estudios) y borra la línea divisoria entre la vida personal y las obligaciones. 
  • “Deja en casa tu Smartphone cuando estás en un momento de ocio: aprende a disfrutar de todos los momentos de la vida, tanto del trabajo como de la familia, los amigos, el ocio… 
  • La vida es el trabajo y muchas más cosas. Diferencia el uso (trabajo) del abuso (excesivo) y de la dependencia”.

5. Distinguir

Es importante que aprendamos a distinguir entre lo que es urgente, lo que es importante y lo que es solamente informativo. Utilizar el Smartphone sólo para leer los temas urgentes o prioritarios y dejar el resto para el trabajo usual de oficina o de los estudios. Si no se aprende a hacer un uso más racional de estos dispositivos, puede llegar un momento en el que la ingente cantidad de información que generan nos desborden literalmente (recomiendo el tema la pandemia de las falsas noticias la cual también puedes encontrar en el presente Blog). 


 



6. Cógela suave

Las personas que tienen un Smartphone y consultan si tienen mensajes cada cinco minutos empiezan a esperar una gran velocidad de respuesta por parte de sus contactos y se genera un hábito difícil de romper. Se genera la creencia de que cualquiera debe estar siempre disponible para sus compañeros, amigos o familiares las 24 horas del día o incluso, hasta los fines de semana.

7. De a una en un una

El Smartphone está concebido para facilitar la realización de más tareas en menor tiempo. Sin embargo no caigas en el error de intentar realizar varias tareas a la vez, porque eso te hace invertir más tiempo que si las acometes de una en una, además de reducir tu concentración y productividad.

8. Socializar

Cuando la persona organiza su vida, más allá del trabajo en función de este instrumento y lo antepone a cualquier aspecto de su vida (familia, sueño, ocio, hacer ejercicio…) es un claro síntoma de que se ha convertido en un esclavo a esta tecnología. 

9. Comprueba si eres adicto

 


A manera de cierre, veamos otro video que aborda el tema de la adicción a los celulares y a los contenidos que consumimos por medio de ellos:




Referencias bibliográficas:

Bancolombia (2025) ¿Cómo tomar el control de tus finanzas y dejar las compras compulsivas? Documento en formato HTML, disponible en la pagina Web: https://blog.bancolombia.com/educacion-financiera/como-disminuir-compras-compulsivas/

Diez Marcet, Dominica, Valdeperez Toledo, Ana, Aragay Vicente, Nuria y Soms Casals, Mercé. (2016) El trastorno de compra compulsiva. En: Cuadernos de medicina psicosomática y psiquiatría de enlace. Numero 117, paginas de la 11 a la 16.   

Hernández Rodríguez, José y Licea Puig, Manuel Emiliano (2016) Algunos aspectos de interés sobre la vigorexia. En: Revista cubana de medicina integral. Volumen 32, Numero 3, Documento en formato HTML disponible en la pagina Web: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0864-21252016000300016 

Orbium (2025) ¿Qué es la nomofobia? Documento en formato HTML, disponible en la pagina Web: https://orbiumadicciones.com/nuevas-tecnologias/que-es-nomofobia/ 

Rodríguez Molina, José Miguel (2007) Vigorexia: adicción, obsesión o dismorfia; un intento de aproximación. En: Salud y drogas, Volumen 7, Numero 2. 289 - 308, pp. Documento en formato PDF, disponible en la pagina Web: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=83970205