jueves, 11 de noviembre de 2021

1. Conocimiento de si - primera parte

 El día de hoy te estamos invitando a un viaje, nuestro punto de partida será la pregunta quién eres?, comencemos este recorrido el cual también nos llevará por la historia, la música, la filosofía, la ciencia... hay personas que al momento de referirse a si mismas, manifiestan que "soy un libro abierto", una buena metáfora que espera a un posible lector, pero además, hay un alguien que de manera consciente, quizás, esta escribiendo todavía. 


La metáfora de un cascarón y la vida potencial que allí se encuentra, si es una fuerza externa violenta, que rompe, ese potencial queda ahí, pero si en cambio esa fuerza externa se refiere al calor, al cuidado y al acompañar, la vida en vez de finalizar, por el contrario apenas estaría comenzando. 



La pregunta sobre la identidad , sobre quienes somos, podríamos afirmar que se pierde en la historia de los tiempos, si bien es cierto se le atribuye a Sócrates en la cultura occidental la importancia de preguntar y de cuestionarnos acerca de quienes somos, en épocas más remotas, anteriores a este gran pensador, podemos encontrar vestigios de estas preguntas.




Es de comentar que no solo este tema acerca de quienes somos a sido solamente la preocupación de pensadores ya lejanos por el paso del tiempo, de los siglos, estamos ante un tema que sigue siendo vigente, las diversas escuelas filosóficas, y diferentes disciplinas en principio muy diferentes entres si, se han ocupado de estos asuntos y les han dado importancia. 


 

Desde nuestra opinión, el primer vestigio o huella en torno a la pregunta sobre quien se es, la identidad, se remonta a las pinturas rupestres, cuando esos antepasados de hace varios milenios dejaron plasmadas sus manos en las paredes de una caverna, como queriendo decir, aquí estoy yo, aquí estamos nosotros. 


Es de comentar que las pinturas rupestres, no solo se encuentran en otras regiones del mundo, también en nuestro pais también las podemos encontrar, allí en lo recóndito de la selva... en los departamentos del Caquetá y del Guaviare, en el Parque natural de la sierra del Chiribiquete, allí se han encontrado diversos pictogramas, los más antiguos se estiman que son de hace 12 mil años. 



Allí podemos observar tanto a individuos como a la comunidad realizando las diversas actividades del día a día, como es la caza, la pesca, la construcción de sus viviendas, la agricultura, entre otras. 



Además de la pregunta ¿Quién eres tu?, también nos encontramos con otras preguntas cercanas, que sirven de pista, y es cuando nos preguntamos acerca de lo que nos gusta, lo que no, en qué actividades nos sentimos competentes, en qué nos falta por aprender, cuales son mis potencialidades y demás.



Estas preguntas nos las encontramos en nuestro camino, en el día a día, que también allí estamos con otras personas, y las preguntas acerca de nosotros mismos llegan, además, surgen estos interrogantes, en los momentos de estar a solas, en silencio, mientras observas un cielo estrellado, el mar, ves tu ciudad desde las afueras. 



Respecto a las demás personas y su relación con nosotros mismos y nuestro proceso de descubrimiento tienen mucho que ver, esto va desde el apoyo, la influencia, el consuelo, el consejo y demás que recibimos de los demás, al igual que las contradicciones, los abandonos, las rivalidades, que si bien es cierto, no nos gustan, también nos han moldeado. hace varios años, a manera de ilustración se creo la llamada ventana de Johari (creación de los psicólogos Joseph Luft y Harrington Ingham), en la cual acerca del conocimiento de nosotros mismos, surgirían cuatro zonas, presta atención a la siguiente imagen: 

  


Ampliando un poco más, nuestra relación con los demás, el camino y encontrar quienes somos, vamos a utilizar un personaje de ficción, de un filme que se piensa de manera errada que es para niños y niñas solamente, pero si prestamos atención a su historia, a los diálogos, podemos decir que pensaron en publico más adulto, inicialmente serían los padres y madres que se sentaron a ver Kung Fu Panda con sus hijos(as), pero esto se extiende a todos los demás.  




Hay otro objeto que también nos interroga y es cuando estamos ante un espejo... si todos los días nos enfrentamos a este, pero en medio del afán del día a día, ni cuenta nos damos, otras veces es un asunto estético al momento de peinarse, maquillarse, afeitarse y demás, pero hay otros momentos en que sí, le prestamos atención al ser humano que se ve reflejado ahí en ese cristal, y se muestra tal cual como se ve, sin filtros, hasta te puede pasar que el reflejo de interrogue. 



Bien, detengámonos un momento... te hacemos la siguiente invitación, quiero que te imagines lo siguiente, que tu espejo de un momento a otro, fuera un ser vivo y tuviera voz, ¿te lo imaginas?, pues eso es lo que puedes escuchar a continuación, así que presta mucha atención:



También tenemos nuestras contradicciones, los conflictos en que estamos con nosotros mismos, pensamos de una manera, sentimos de otra y la forma en que finalmente actuamos puede que no coincida tampoco, decimos que vamos a reaccionar o actuar de cierta manera, pero llegado el día lo que hacemos es muy diferente a como estamos pensando... al igual que puedes descubrir un talento o una
destreza que son insospechados, que no tenías ni idea, esto y mucho más, te puede llevar a preguntarte: ¿Quién soy en realidad?



¿Desde donde? y ¿cómo nos definimos?, pues hay varios lugares comunes en relación a esto, es tener en cuenta tus cualidades, tu profesión, los roles que desempeñan, desde tus gusto, los valores que para ti son los más importantes o esenciales. 



Es de considerar además, que hay movimiento, en realidad ¿existe algo que en verdad se encuentra estático?, podríamos decir que no, y por ello respecto a la pregunta sobre quien eres, también sería valido responder, que soy lo que me sucede, lo que me esta pasando, yo soy yo y mis circunstancias, ya has pasado por varias etapas de la vida y las que posiblemente aun te faltan por vivir. 


Hablando de cambios, hagamos una segunda parada en este viaje, queremos que por unos instantes presenten la mayor atención a la siguiente canción, es una de las voces más ilustres de esta lado del mundo, de la mano de la gran cantautora argentina Mercedes Sosa, viene su bella melodía titulada: "todo cambia": 



Estamos ante un tema que sería muy dificil de decir que finalmente lo pudimos terminar, pero esta entrada del blog tendría que ser demasiado larga, y aún así no sería posible concluir, y tampoco pretendemos responder en este espacio una pregunta que se ha hecho la humildad durante milenios, en todo caso, del canal "curiosamente" uno de nuestros favoritos de Youtube, compartirmos este video que lleva por titulo: ¿realmente quien eres? 



 

miércoles, 10 de noviembre de 2021

2. Conocimiento de si - segunda parte

 ¡Saludos cordiales!


En una entrada previa de nuestro Blog, realizamos un primer abordaje del bello tema del conocimiento de si, ahora realizaremos una segunda aproximación, en la cual tendremos en cuenta algunos conceptos aportados por la psicología y te plantearemos una serie de actividades en relación al tema.

El día de hoy vamos a tener en cuenta el concepto de esquema, que desde la psicología cognitiva se entiende como un conjunto almacenado de conocimiento, es decir, tu conocimiento, tus experiencias, tus vivencias, se van organizando en unas "cajas" como a manera de una gran bodega, y cada caja va marcada con la información que contiene, imagina entonces esa gran bodega con un montón de cajas las cuales en principio pueden parecer algo caóticas pero allí hay cierto orden. 


O de manera similar, podemos utilizar otra metáfora, que en este caso, sería a una gran biblioteca en la cual los diversos ejemplares se organizan de una forma particular, los diversos libros que tratan cada uno de una manera particular al reunirlos con otros de similar tema, irían formando "esquemas". en ambas metáforas, la información nueva se va llegando, se suma a las cajas o los estantes ya existentes, o por el contrario puede producir cambios, por tanto se crean nuevas cajas o estantes o el orden previo se modifica. Los esquemas se van formando durante nuestra existencia, y no son solamente cogniciones o pensamientos, también tienen su componente de naturaleza afectiva o emocional. 


Resulta que los esquemas los podemos organizar acorde a la información que tienen, encontramos entonces esquemas acerca de los diversos objetos de la vida cotidiana, de lo que representa nuestra familia, acerca de los amigos, de información técnica o académica, pero también encontramos esquemas que contienen la información acerca de cada uno, de cada una, a esos los pasaremos a llamar autoesquemas. 

Los autoesquemas, son estructuras cognitivas que representan el conocimiento que tenemos acerca de nosotros mismos, allí encontramos, las cualidades, los roles que que desempeñamos, las necesidad propias, entre otros. De igual manera, los autoesquemas tienen una serie de funciones, mencionemos algunas: 


Tradicionalmente se han definido cuatro autoesquemas, que son: autoestima, autoimagen, autoeficacia y el autoconcepto, y cada uno responde a una pregunta diferente: ¿qué tanto me quiero?, ¿cómo me veo?, ¿qué tan capaz soy? y ¿qué pienso de mi?, el autoconcepto reune a los tres anteriores, debido que para responder que pienso de mi, al final de cuentas debo de considerar los otros tres aspectos. En otras palabras, el autoconcepto sería el conjunto de las características físicas, intelectuales, afectivas, sociales, entre otras, que conforman la manera como alguien se percibe, pero eso es un proceso dinámico, y no esta exento de contradicciones o incongruencias. 


Una pregunta que se presenta de manera reiterada es: ¿cómo puedo mejorar mi autoestima?, no pretendemos tener la verdad absoluta, pero si les podemos compartir algunas pistas en relación a ello. 



Pasemos ahora a las actividades que recomendamos para favorecer el proceso de conocimiento de si. En nuestro formativo de salud integral, y ahora en el Blog hacemos la sugerencia de una película, en la cual el tema del conocimiento de si esta vigente durante todo el filme, se trata del guerrero pacifico, tiene en cuenta eventos de la vida real, la encontramos en la plataforma de YouTube la podemos encontrar (tanto doblada como subtitulada):


Luego de ver la película te puedes hacer una serie de preguntas tales como: ¿cómo me sentí?, ¿qué aprendí? y ¿para que me sirve? Otra actividad que también puedes considerar es la del árbol de la vida, en esta metáfora, las diversas partes de un árbol las estarás conectando contigo mismo(a), para mejor entendimiento observa la siguiente ilustración: 




martes, 9 de noviembre de 2021

3. Autorregulación emocional




En esta entrada del Blog, buscamos ayudar a la identificación de las emociones y de la actitud empática frente a las propias situaciones y las de los demás, de este modo permitiendo fortalecer la autoconciencia y el reconocimiento del otro, mediante la reflexión, autoevaluación y el compromiso para el mejoramiento de las relaciones interpersonales. 


¿Qué es una emoción?

Una emoción es un proceso que se activa cuando el organismo detecta algún peligro, amenaza o desequilibrio con el fin de poner en marcha los recursos a su alcance para controlar la situación” (Fernández-Abascal y Palmero, 1999).


Las emociones son fenómenos subjetivos, fisiológicos, motivacionales y comunicativos de corta duración que nos ayudan a adaptarnos a las oportunidades y desafíos que enfrentamos durante diversas situaciones”.

Un estado afectivo concreto y subjetivo que es experimentado durante un periodo corto de tiempo y que genera algún tipo de activación o manera de funcionar, que a su vez puede servir para favorecer algún tipo de conducta.

Nos permiten otorgar un valor determinado a la experiencia, sea esta interna o externa, y nacen del interior de las personas de manera innata. Está mediada en gran medida por las influencias ambientales y las vivencias y aprendizajes previos del sujeto.


Se podría hablar de seis emociones universales a las cuales independientemente de la cultura o condición física, las personas reaccionan en su expresión corporal y facial de forma muy parecida, éstas son: el miedo, la alegría, la sorpresa, la ira, el asco y la tristeza; las cuales tienen una función adaptativa, dado a que gracias a éstas la persona reacciona con base a la “primera impresión” que tenga de alguna situación o acontecimiento, de esta forma posibilitan la forma de superar los cambios detectados en el ambiente y así preservar nuestra integridad y permitir la adaptación al medio; podemos hablar específicamente de las funciones de cada emoción (Pallarés, 2010):


Miedo: Alerta de algún peligro o amenaza.
Alegría: Percibe estímulos que causan placer, bienestar o algo que queremos y nos gusta.
Sorpresa: Facilita la toma de decisiones o la orientación frente a un hecho emergente.
Tristeza: Indica un estado de ánimo negativo, pero facilita la búsqueda de uno nuevo que supere a éste.
 Ira: Permite reaccionar de forma agresiva, otorgando una fuerza desmedida momentánea.
Asco: Se manifiesta a través del disgusto o rechazo ante alguna situación o persona, previniendo situaciones que pueden ocasionarnos molestia, alguna enfermedad o agredirnos.

Con el paso del tiempo, se han ido agregando otras emociones, al grupo de las básicas, como se puede observar en la siguiente gráfica: 



Como un primer ejercicio de identificación, observa el siguiente vídeo, he identifica la emoción que se muestra en cada una de las situaciones.





Las emociones se clasifican en primarias y en secundarias, en relación a las primeras, tenemos que: 

  • Tienen un sustrato cerebral especifico y distinto.
  • Cada una tiene una expresión facial que es distinta, le es característica.
  • Son un sentimiento consciente y sabemos identificar la situación que esta asociada. 
  • Son derivadas de procesos biológicos evolucionados.
  • Las emociones primarias cumplen funciones adaptativas.
Si hacemos un paralelo entre emociones primarias y las secundarias, tendríamos lo siguiente:





¿Existen las emociones buenas o malas?




En principio, responderíamos que si, ya que entendemos o asumimos como positivas a aquellas que nos generan algún tipo de placer (la alegría, el amor, la ilusión o la calma) y a su vez, las que nos resultan molestas o dolorosas las valoramos como negativas (la tristeza, la ira o la desesperanza), pero todas cumplen funciones y tienen el potencial de favorecer procesos de adaptación y de cambio. 

Las emociones permiten definir estrategias de afrontamiento frente a tareas específicas, buscando la adaptación del individuo ante los ambientes físicos y sociales.  Las emociones sirven a ocho propósitos distintos: protección, destrucción, satisfacción (sexual), reposición, afiliación, rechazo, exploración y orientación.




Complementando el cuadro anterior, entre las funciones que tienen nuestras emociones, encontramos las siguientes: 



Pautas para gestionar las emociones 

Algunas recomendaciones que te compartimos son las siguientes.
  • No las bloquees.
  • Valora porqué aparecen y qué quieren decirte.
  • Utiliza técnicas de relajación, respiración y de meditación.
  • Exprésalas de manera constructiva, las artes, el ejercicio físico, son buenos mecanismos.
  • Dales una respuesta.
  • Intenta que no te dominen.
  • Valora situaciones que despierten sentimientos semejantes.
  • El poder de la observación. 
  • Realiza o lleva a cabo auto registros, o una especie de diario.
Además de las pautas anteriores te sugerimos prestarle atención al siguiente vídeo:




Elementos de la inteligencia emocional

Es un conjunto de habilidades que sirven para expresar y controlar las emociones de la manera más adecuada.


La inteligencia emocional, a su vez, contempla o tiene que ver con estos otros conceptos:

1. Autoconocimiento emocional (o autoconciencia).
2. Autocontrol emocional (o autorregulación).
3. Automotivación.
4. Reconocimiento de emociones en los demás (empatía).
5. Relaciones interpersonales (o habilidades sociales).

             A manera descriptiva, entre las habilidades que forman parte de la inteligencia emocional, tendríamos la siguiente: 


lunes, 8 de noviembre de 2021

4. Comunicación asertiva y empatía








Entre las llamadas competencias sociales encontramos la comunicación asertiva y la empatía que es el tema que les queremos compartir en nuestro Blog del servicio psicológico, adscrito a Bienestar Institucional de la Universidad de San Buenaventura, seccional de Medellín. 

Para abordar este tema, primero trataremos un poco la comunicación en general, para luego desarrollar los conceptos de la asertividad y la empatía. Al hablar de la comunicación, esta es verbal como no verbal, en la primera encontramos tanto la palabra hablada como la escrita y en la denominada comunicación no verbal, tendríamos los gestos, las imágenes, el tono de voz, el lenguaje corporal, entre otros, a decir de expertos en el tema, un porcentaje alto de la comunicación recae en el lenguaje no verbal. 



En la manera clásica de cómo se aborda la comunicación, se hace referencia de dos partes, de un emisor y de un receptor, el emisor es quien habla o escribe y se tiene un receptor que es quien escucha o que está leyendo, este último rol no es tan pasivo como en principio se podría creer, la escucha también se hace desde nuestras experiencias, expectativas, estado emocional, la actitud que tengamos en relación al tema y/o a la persona que está emitiendo el mensaje. Es de agregar que la comunicación se da en medio de un contexto o un referente, social, cultural e histórico que la influye, se da por canales tanto directos como indirectos y también está cifrada y codificada (idioma, modismos, comunicación técnica, entre otros). 




Hablando de los tipos de comunicación y el tono emocional que esta pueda tener, se plantearían cuatro tipos de comunicación, la comunicación agresiva, la pasiva, la comunicación asertiva, que estaría en el medio de las otras dos, también se da una mezcla entre la comunicación pasiva y agresiva, que precisamente lleva el nombre de pasivo agresiva, la cual es cercana a la ironía y al sarcasmo, siendo borroso el límite entre ellas. 



La comunicación agresiva, se relaciona con el enfado, con la ira, nos encontramos alterados en ese momento, es posible que se hable de más e incluso lleguemos al insulto y a la provocación, por su parte la comunicación pasiva, estaría más cercana a la tristeza o a un estado de indefensión, mejor me callo para evitar más problemas, la asertividad parte de un estado de cierta tranquilidad, de no reaccionar más de la cuenta pero tampoco asumir una postura pasiva. En el siguiente vídeo se ilustra este tema:


Si hacemos una comparación entre los tres estilos de comunicación, nos encontraríamos con lo siguiente: 


La comunicación asertiva se basa en una actitud personal positiva a la hora de relacionarse con los demás y consiste en expresar las opiniones y las valoraciones, evitando descalificaciones, reproches y enfrentamientos, es la una de las vías más adecuadas para la interacción y la comunicación entre las personas, optimizar nuestras relaciones, no es solamente decir lo que pensamos y de qué manera lo decimos, es también comprender mis necesidades, las de las demás personas (la empatía), ser responsable de mis emociones y conectar con los demás. 

La comunicación asertiva con relación al comportamiento externo, nos encontramos que las personas hablan de manera fluida, mantienen un contacto visual que no es amenazante, y hay comodidad en su postura. Pasando a otros componentes, nos encontraríamos que en cuanto al pensamiento y a la emoción, la comunicación asertiva se manifiesta por lo siguiente: 



A su vez, las personas asertivas se caracterizan por lo siguiente:





Es de tener en cuenta además el tema de los derechos asertivos, en este punto queremos destacar los seis que consideramos más significativos y se ven de manera más frecuente en nuestro día a día:






Si deseamos comunicarnos de manera asertiva con otras personas, además del contenido de lo que estamos diciendo o expresando, los cinco aspectos que debemos de tener presentes y considerar son los siguientes:



Veamos ahora un ejemplo de una situación de la vida cotidiana en la cual se llevan a cabo 5 pasos para comunicarse de manera asertiva, el vídeo es en relación al contexto laboral, pero puede ser llevado a otras instancias. 






Complementando la información del vídeo anterior, presta atención a los elementos que se destacan en la siguiente infografía:



La empatía





Es definida por Davis (1996) como la capacidad de representarnos tanto los pensamientos como las motivaciones de los demás, tanto el punto de vista cognitivo o del pensamiento como el del afecto o la emoción. Así mismo, este autor propone que estos dos procesos pueden producir diferentes respuestas, como pueden ser manifestarse de forma afectiva, una preocupación empática, escuchar primero antes de juzgar, y la conducta de ayuda hacia el otro. 






¿Qué ventajas nos trae la comunicación empática?, entre otras mencionemos las siguientes:






domingo, 7 de noviembre de 2021

5. El conflicto (primera y segunda parte)





Los conflictos y los problemas forman parte de nuestro día a día, nos vemos en situaciones que no sabemos cómo resolver, ocasiones en que incluso con nosotros mismos entramos en contradicción, estamos confundidos, y esto se hace más evidente todavía al estar en comunicación o en interacción con otras personas, salen a la luz las diferentes miradas, opiniones, puntos de vista, los roces, los malentendidos, las suposiciones, y muchas otras situaciones más, es debido a esto, por lo que en esta sesión estaremos abordando los temas de la resolución de conflictos o de problemas y la toma decisiones.

Según nuestros diccionarios son sinónimos de conflicto, palabras como choque, combate, lucha, antagonismo, apuro, angustia del ánimo o tener un apuro (Larousse) y se entiende también por conflicto o se define como sinónimo de problema o materia de discusión, tendencias contradictorias en el individuo que son capaces de generar angustia (RAE).

Además de la definición dada por los diccionarios, nos vamos a encontrar que existen diversas miradas y acentos en la forma de entender un conflicto, por ello, es difícil poder encontrar una definición de consenso y que sea compartida por todos, el conflicto podría ser asuntos de la vida cotidiana hasta asuntos de política internacional. Al centrar la mirada en las denominadas ciencias sociales, hay por supuesto varios enfoques, miradas y escuelas con relación a su abordaje (Facultad de Psicología, Universidad del País Vasco, 2004). 

Si bien es cierto, con las anteriores definiciones el conflicto tendría una connotación negativa, no necesariamente tiene que ser así, en el conflicto y más aún dependiendo del tramite que se haga de este, existen varios factores o aspectos positivos como son:

  Es un motor de cambio e innovación personal y social.
  Estimula el interés y la curiosidad.
•  Supone, frecuentemente, un reto para las propias capacidades.
 Demarca a un grupo frente a otros y contribuye a establecer la propia identidad personal y grupal.
  Permite mejorar la calidad de la toma de decisiones y de la solución de problemas.
  Puede facilitar la comunicación abierta y honesta entre los participantes sobre temas relevantes para ambos.
   Fomenta el reconocimiento de la legitimidad del otro.

Ahora bien, se corre el riesgo que si no se le hace un buen tramite del conflicto o de la situación problemática, esta tenga efectos adversos, como son los siguientes:

   La comunicación se reduce y se hace más insegura.
   Se estimula la idea de que la solución es una cuestión de fuerza, ambas partes tratan de aumentar a su favor la diferencia de poder.
    Se forma una actitud hostil y sospechosa.
•    Se producen juicios erróneos basados en falsas percepciones.
   Reducción de las alternativas percibidas.
   Disminución de la perspectiva temporal de las acciones.
   Polarización del pensamiento.
   Origina respuestas estereotipadas.
   Incrementa la actitud defensiva.
   Reduce los recursos intelectuales disponibles.




EL CICLO DEL CONFLICTO

Nuestras experiencias y vivencias que tenemos frente a las situaciones problemáticas o conflictivas, siguen una serie de momentos, entiéndase, que no llevan una lógica lineal, que los momentos se puedan dar en simultaneo y retroalimentarse, es por ello por lo que preferimos usar el termino de momentos y no el de etapas o el de fases (como son denominados en el texto de la Facultad de Psicología de la Universidad del País Vasco, 2004). 


Ahora bien, lo que ocurra en esos momentos, la forma en que se percibe, se asume o se responde frente el conflicto o la situación problema, puede facilitar la resolución positiva o por el contrario, que ocurra el fenómeno de la escalada, que el conflicto en vez de resolverse se perpetué en el tiempo y por ende la situación se agrave, es por esto, que al final de cuentas, el resultado del ciclo podrá ser positivo, negativo o entre estos dos puntos extremos, un punto intermedio entre la infinita gama de tonos grises. 

A continuación, veremos cuatro los momentos que se proponen respecto a los conflictos (Facultad de Psicología, Universidad del País Vasco, 2004), esto con el fin de poder comprender con un detalle mayor de qué manera los conflictos actúan en nuestro día a día.

Momento 1: nuestras actitudes y creencias previas.

Eso de colocarnos, afuera, que nada tiene que ver conmigo, pues quien sabe… ya tenemos experiencias, un entorno familiar, social, económico y demás, que nos va a influenciar en nuestras creencias y en nuestra actitud (recordemos que es la emoción positiva o negativa que tenemos frente a algo o alguien y que incluso se pueden formar sin necesidad de tener mucho conocimiento previo). Es por lo anterior que mal haríamos en ignorar que el ciclo del conflicto comienza por nosotros mismos. En lo que refiere al conflicto, podríamos señalar entre otros, varios puntos de origen o de partida, como serían: 


Las diversas frases o mensajes que nos han llegado desde nuestra infancia, pasando luego por adolescencia y adultez, sobre los problemas y los conflictos. 

Lo que aprendemos y observamos viendo a los otros, vemos las formas o maneras en que responden a los conflictos o los problemas, nuestros padres, parientes, profesores, compañeros, autoridades en general y los amigos (tanto lo que se debe o no se debe hacer).

Aquí entran en juego los medios de comunicación, es decir, las actitudes y conductas que vemos y percibimos en medios digitales como son los portales de Internet, las redes sociales virtuales, los diversos chat o herramientas de mensajería instantánea, el muro de Facebook, al igual que medios tradicionales como son prensa, televisión, radio, películas, libros, entre muchos otros. 

A medida que pasa el tiempo y nuestra vida, no es de extrañar que ya hayamos pasado por situaciones conflictivas y allí se originan experiencias al respecto. De estas cuatro fuentes y de las que haya faltado por mencionar se originan nuestras actitudes y creencias, y estas a su vez, van a influir en nuestras respuestas o como respondemos cuando ocurre un conflicto.


Momento 2: el conflicto en sí mismo. 

El primer momento que estará presente durante toda nuestra vida, y quien sabe que tan susceptible es que cambie o no, que tan flexible o rígida sean nuestras posiciones, va a actuar como telón de fondo, sobre este van a ocurrir los conflictos en sí mismos, lo ideal sería haberlos evitado, haberlos previsto, pero ello no será posible, aunque con el afán de prevenirlos es que tenemos tantas leyes, decretos, reglamentos, resoluciones, guías, protocolos, acuerdos y demás, y a pesar de todas estas convenciones, con ellas no es suficiente. 

Tenemos un segundo momento, y es por supuesto cuando se presenta la situación conflictiva, que como ya mencionamos es inherente a la condición humana, tanto en el ámbito individual como en el social. 

Momento 3: la forma en que respondemos o reaccionamos.

Y bueno, ya paso, ya se hace evidente el conflicto o el problema, y es aquí donde viene nuestra respuesta, ¿o preferimos no responder?, es aquí donde aparecen diferentes acciones, como puede ser callarse, hacerse el tonto, el de la vista gorda, gritar, resolverla a los golpes, insultar al otro y cantarle la tabla, o por el contrario, análisis, comprensión, comunicación asertiva, se busca una salida negociada, se busca un mediador, vamos a un arbitraje o acudimos a un centro de conciliación. 

Este tercer momento está influenciado por los dos momentos anteriores, no es de extrañar que hayamos desarrollado un repertorio conductual, o que usualmente utilizamos las mismas estrategias o conductas de afrontamiento para resolver las situaciones conflictivas. 


Momento 4: las consecuencias o los resultados.  

Las consecuencias o resultados pueden entrar a reforzar o castigar la acción o conducta previa al momento de resolver el conflicto, en principio si las consecuencias son positivas se tenderá a seguir resolviendo los conflictos de la misma manera, pero esto también da pistas de como prevenirlos o como resolverlos de manera más rápida y oportuna, y de igual manera, si la estrategia utilizada mostró no ser la más pertinente o adecuada, se supone que se debería de cambiar. 

Se pueden reforzar nuestras creencias previas o por el contrario nos corresponde cambiarlas o por lo menos flexibilizarlas y darnos cuenta en que casos no son tan viables. Durante todos los momentos, pero sobre todo en este “último”, es que se da la oportunidad de aprender de los conflictos y acumular experiencia. 

Como ya lo hemos mencionado los conflictos son de diversos tipos e índoles, en el siguiente apartado de esta sesión, haremos una breve aproximación a los diferentes tipos de conflictos o de situaciones problemáticas.  

Tipos de conflictos.

Siguiendo con el texto que nos sirve de referencia en este apartado (Facultad de Psicología de la Universidad del País Vasco, 2004), nos vamos a encontrar que, a la hora de clasificar los conflictos, va a entrar en juego las relaciones que tienen las personas (aquí entra en juego los sesgos, los prejuicios, las discriminaciones, los estereotipos, los estigmas, entre otros), la falta de información (incompleta, desactualizada, imprecisa y/o con verdades a medias) cuando tenemos intereses que son diferentes o incluso contradictorios, el sistema o estructura institucional en la cual nos encontramos o cuando tenemos valores o prioridades diferentes (lo más relevante es la vida vs. lo más importante es la economía, por ejemplo). Veamos un poco más de cerca estos cinco tipos de conflictos:

Los conflictos de relación: de entrada, nos podríamos encontrar con un conflicto irreal, es decir, no estamos ante escalas de valores diferentes o intereses contrarios, o escasez de un recurso o de un bien común, en este punto lo que está originando el conflicto son las percepciones falsas, los prejuicios, la falta de objetividad, que entre las partes la comunicación es cortante o prácticamente no existe, la tensión, el lenguaje tirante, y un pequeño evento pueden ser el caldo de cultivo o la excusa para que el conflicto se aumente o se escale, y allí se “objetiviza”, surgen comentarios del tipo: “no ve que ellos fueron los que…”, “ustedes son los que están polarizando”, “ustedes son los que se dejan manipular”, son los otros los que odian, los que atacan, entre otras frases que se vuelven cotidianas. Aquí el conflicto en vez de ser oportunidad adquiere un matiz destructivo.

Los conflictos de información: de acuerdo con lo ya escrito, en este caso, el conflicto surge o se debe a la falta de información mínima o en la medida de lo posible optima, que se hace necesaria para tomar las decisiones correctas. 

Decimos mínima u optima porque es muy complicado pretender que de un tópico o tema en particular podamos estar informados en un 100%, para poder decidir… el meollo de este tema es que una parte o incluso ambas, podrían estar mal informadas, que no se tiene datos o información que es relevante, el pequeño detalle que se pasa por alto, los datos que tenemos son incompatibles, fallas, sesgos metodológicos y/o de procedimientos en la recolección de los datos.  

Los conflictos de intereses: al igual que los dos anteriores, este también es bastante común, aquí nos vamos a encontrar en principio con incompatibilidades o así es percibido por las dos o más partes que están en contienda o disputa. Esto se tensa todavía más si se parte de la idea o entre las premisas se encuentra que solo se puede satisfacer lo mío que es lo más relevante, “los demás que se jodan”, “que los demás se sacrifiquen nosotros porqué”, aquí también entra el tema de los diversos recursos que son considerados necesarios y que podrían ser escasos, de igual manera pueda que queramos lo mismo, tenemos una visión compartida pero el problema es por la forma, el método o procedimiento para resolver las problemáticas de interés común, y no es de extrañar que aparezcan además elementos del conflicto por relación y de información.

Si tenemos en cuenta lo anterior, en el caso de un conflicto por intereses para poder resolverlo, hay que cambiar de premisa (a todos nos toca ceder en parte para poder acordar, a todos nos tocará sacrificar algo), la optimización de los recursos para que los queremos y en qué momento, acordar las formas previo a analizar e investigar cual podría ser la más optima o viable, además de limar asperezas, ejercicios de reparación y perdón mutuos, validar la información… no es fácil pero por ahí es el camino.

Los conflictos estructurales: “es que ese sistema”, “es que allá en esa empresa”, “es que el gobierno”, todo lo anterior podríamos verlo como un montón de quejas, o aquí se deja entrever algo más. Sin desconocer las responsabilidades individuales, mal haríamos en ignorar aspectos situacionales o institucionales externos que podrían facilitar la resolución de un conflicto, o por el contrario son parte de sus causas o no facilitan su resolución (entiéndase como la falta de voluntad política o que a ellos no les interesa), exceso de tramites, la obtención de varios vistos buenos, o los tiempos demasiado cortos o laxos. Aquí entra en juego también, las distancias, la topografía de un terreno, la situación climática, entre otros factores geográficos y ambientales.  

Aquí las soluciones están dadas por procesos de reformas o revolucionarios, algunas veces desde las vías políticas, de participación o de negociación o desafortunadamente se da es por la vía del uso de la fuerza, con relación a los factores de la naturaleza, geográficos y ambientales, se busca es mediarlos o subsanarlos hasta cierto punto.

Los conflictos de valores: en este punto, le solemos decir tanto a nuestros estudiantes en las aulas de clase como a nuestros pacientes en el espacio de consulta, que aquí entramos en lo “no negociable” que se refiere a nuestra escala de valores o principios, para ti qué es lo más relevante, ¿la vida, la libertad, la honestidad, el respeto…?, el conflicto surge porque tenemos escalas de valores que serían incompatibles entre sí, que una de las escalas se imponer o se trata de imponer a los demás, así no les guste, es decir a la fuerza, hasta por detrás de las orejas, se da el mensaje que esta escala de valores es la única valida, las demás no existen y no admitimos nada que sea diferente. Llegados a este punto, el tema es complejo, en una sociedad democrática se espera que puedan coexistir las diversas escalas axiológicas y que incluso pueda existir cierta dialógica.    

Pasemos a otra forma de manera de catalogar los conflictos, esta sería si nos basamos en los implicados, es decir al considerar los actores, los grupos de personas o comunidades. Según Lewicki, Litterer, Minton y Saunders (1994, citados por Facultad de Psicología de la Universidad del País Vasco, 2004), los conflictos pueden ser intrapersonales, interpersonales, intragrupales e intergrupales. Veamos en que consiste cada uno de estos:

Conflicto intrapersonal o intrapsíquico: aquí la frase para entender de que estamos hablando sería: “yo, soy yo y mis circunstancias”, tenemos aquí el conflicto en el ámbito de lo individual. Aquí la “pelea” es con mis propios recuerdos, sentimientos, deseos, pensamientos, imaginarios y demás. Por lo general, han sido la psicología clínica y la psiquiatría las que han abordado este asunto.

Conflicto interpersonal: aquí ya salimos del ámbito individual y tenemos las personas en relación, en este caso estamos ante situaciones conflictivas que ocurren entre compañeros de estudio o de trabajo, entre padres e hijos, en la pareja, un jefe y uno de sus empleados, profesor y estudiante, y demás. Dependiendo del tipo de relación, aquí entra la psicología educativa, la organizacional, la terapia de pareja, la terapia de familia, trabajo social, el derecho, los centros de conciliación, las comisarías de familia, etc.

Conflicto intragrupo: aquí el escenario donde se presenta el conflicto es entre varios integrantes de un mismo grupo, como son la familia, el curso o los estudiantes de un grado determinado, los empleados de una sección o área de una empresa, el grupo de vecinos de un barrio, y demás. Aquí entra en juego la psicología social, comunitaria y la política, disciplinas como la sociología, el derecho y el trabajo social también.

Conflicto intergrupal: este otro tipo de conflicto es más complejo, debido a que el número de personas implicadas es mucho mayor, ya tenemos dos o más grupos que están en una situación conflictiva. Aquí, por ejemplo, tenemos las diferencias entre una comunidad con la administración municipal, la pugna de intereses entre dos o más países, el litigio comercial entre varias empresas, las diferencias entre grupos ambientalistas y los representantes de empresas mineras, etc. Aquí convergen diversas disciplinas para dar sus aportes al respecto como son el derecho, la psicología, la sociología, la política, la economía… 

Es de comentar que sería factible que un conflicto se manifieste en los cuatro niveles al mismo tiempo, es decir es posible ver manifestaciones diversas de una problemática en los cuatro ámbitos ya señalados, y que por supuesto en un conflicto intergrupal estén contenidos problemas intragrupales. 

Otro fenómeno que puede ocurrir se conoce con el nombre de la escalada, la cual consiste que la situación inicial, que puede ser pequeña, de poca relevancia, que se puede resolver fácilmente, pero como ninguna de las partes la quiere resolver, antes, por el contrario, lo que hacen es desquitarse entre ellas, esto lo que hace es agravar la problemática o escalarla, ya que nadie quiere perder. Un ejemplo de esto lo podemos ver en películas como Técnicas de duelo (1988), Tiempo de morir (1985), Los duelistas (1977) o La guerra de los Roses (1989). Veamos un video corto en torno al fenómeno de la escalada. 




Ahora bien, si la idea es hacer un adecuado abordaje del conflicto o de las situaciones problemáticas, hay cuatro palabras claves para abordar este asunto, que serían las siguientes: comunicación, tolerancia, empatía y cooperación, con relación a estas palabras, ¿qué entiendes por cada una de ellas?

Sobre los grandes modelos o formas de abordar los conflictos y los problemas, nos encontramos con el consenso social, la negociación, la mediación y el arbitraje. Con relación al consenso social, este se entiende como las pautas básicas de comportamiento o de acuerdos frente a determinadas situaciones siendo esto acorde con un contexto social y cultural concreto o especifico. Dentro de este consenso social, nos podemos encontrar con planteamientos como “partan la diferencia”, “cada quien asume lo suyo”, o “esto lo resolvemos entre todos”, es decir el trabajo en equipo. Veamos a continuación varios ejemplos de esto último:




Por su parte, la negociación, que es la una de las formas más comunes de resolver los conflictos, generalmente es voluntaria, implica la discusión entre las partes en disputa con el objeto de alcanzar un acuerdo o arreglo en el conflicto que les enfrenta, la negociación permite a las partes en conflicto mantener el control sobre el proceso y el acuerdo que de él pueda resultar (Zuleta, 2017).

Sobre la negociación, existe una amplia literatura y también por supuesto un abundante material audiovisual, con relación a este último, veamos dos vídeos, el primero de ellos, retoma los planteamientos realizados por Thomas y Kilmann (1974) los cuales proponen 5 estilos de negociación o de resolución de los conflictos, para lo cual, estos autores tienen en cuenta la comunicación asertiva y la actitud de cooperación.




Otra fuente que queremos señalar es la Escuela de Negocios de la Universidad de Harvard, en la cual se propone una estrategia de negociación que se basa en cuatro criterios o principios, que son separar a las personas de los problemas, enfocarnos en nuestros intereses, considerar los múltiples intereses y utilizar estándares objetivos. Para una mejor comprensión favor ver el siguiente vídeo. 



Otra de las estrategias para la resolución de conflictos, es la mediación, la cual implica la intervención, en el proceso de negociación de una tercera parte neutral e imparcial, cuyo papel consiste en asistir a las partes en su efectiva comunicación, en el análisis del conflicto y en la búsqueda de una solución aceptable para todos. Idealmente, la persona mediadora no está vinculada a ninguna de las partes enfrentadas ni tiene interés por un resultado específico de la negociación, de forma que cuenta en su labor con la confianza y legitimación de todas las partes implicadas (Mendía & Areizaga, 2016). 

Para ilustrar el fenómeno de la mediación, y de cómo puede actuar un tercero observemos los siguientes vídeos, en el primero profundizamos un poco más sobre la mediación y la figura del mediador y en el segundo un caso concreto.








Pasando al arbitraje, en este caso nos encontraríamos que las partes en disputa acceden a presentar su caso ante un tercer participante neutral e independiente, quien escucha los argumentos de ambos lados y posteriormente adopta una decisión, normalmente final y vinculante. La tercera parte que interviene en el conflicto sí tiene capacidad decisoria, si bien las partes enfrentadas mantienen el control sobre el conjunto de cuestiones a resolver y con frecuencia también sobre los aspectos de procedimiento. Además, se podría dar que estaríamos ante un proceso entre contrarios, con posturas muy disimiles, que no hay lugar para la cooperación, y que además, puede que no tengan interés en el restablecimiento de las relaciones o la promoción de la confianza mutua entre las partes (Mendía & Areizaga, 2016). 

Veamos a continuación un ejemplo de un caso de arbitraje.





Además de las grandes estrategias ya descritas, también encontramos las llamadas estrategias o conductas de afrontamiento, que refieren a como las personas en nuestro día a días vamos resolviendo diversas situaciones y dificultades. Nos encontramos con autores clásicos como son Lazarus y Folkman (1985), que plantean dos grandes formas de enfrentar los problemas cotidianos, una de estas los autores la entienden como la focalizada en el problema en si mismo, es decir intervenir directamente en la situación que es problemática, mitigar el problema o contenerlo, y por otra parte, plantean el enfocarse en la emoción que se ha suscitado a raíz del problema, en este caso sería reducir o canalizar de manera adecuada, las emociones o sentimientos.

Otros autores más cercanos en el tiempo, como son Frydenberg y Lewis (1996) platean tres estrategias de afrontamiento, la primera de estas se denomina resolución de los problemas, la segunda sería una estrategia que se enfocaría en la relación con las demás personas y la tercera, hace alusión a un estilo que los autores lo definen o entienden como el improductivo. Posteriormente, dos años después, se plantearán las conductas que le son propias a cada una de tres estrategias (Frydenberg y Rowley, 1998), para mejor ilustración ver la siguiente tabla:

   

Conductas
Dirigido a la resolución del problema
Buscar diversión relajante

Esforzarse para alcanzar el éxito

Distracción por medio de actividad física o ejercicios

Fijarse en las ventajas o el lado positivo del problema

Focalizarse en resolver el problema o la dificultad

En relación con las demás personas
Buscar apoyo espiritual

Fortalecer las amistades significativas o intimas

Buscar ayuda profesional

Buscar el apoyo social

Buscar la pertenencia a un grupo o comunidad

La acción social

No productiva
Auto inculparse o echarme la culpa de todo y ya.

Hacerse de ilusiones sin fundamento

Ignorar el problema o la dificultad

No afrontar el problema

Preocuparse

Reservarlo para mí mismo, no hablar de esto



Si vemos con atención la tabla anterior, vemos que las primeras conductas son ejecutadas por cada quien y no hay allí en principio la presencia de otros, es decir, son medidas que se pueden implementar cuando a bien se desee y se pueda, a su vez, el segundo grupo de conductas, nos pone en relación con los demás, tiene que ver con la red de apoyo social, el grupo primario de apoyo, la familia, la búsqueda de apoyo en nuestra comunidad o entorno cercano y el tercer grupo de conductas, las podríamos entender como hacerse el tonto, aquí no está pasando nada, o echarse la culpa o angustiarse pero al final no se hace nada o no se emprende una acción concreta respecto al problema, dificultad o conflicto.

Complementando la información previa, en nuestro contexto, un grupo de profesionales liderado por la profesora Londoño (et Al, 2006), desarrollo la validación de una prueba de estrategia de afrontamiento para la población colombiana. Como resultado de la investigación realizada, se proponen 12 estrategias de afrontamiento o de resolución de problemas, como se pueden apreciar a continuación.

  
Estrategia de afrontamiento
Definición
Búsqueda de alternativas
Secuencia de acciones orientadas a solucionar un problema, tener en cuenta el momento oportuno para analizarlo e intervenirlo.

Conformismo
Se tolera la situación, se resigna a la misma.

Control o evitación emocional
Control de las emociones asociadas a una situación, o estas no se expresan para evitar mas problemas o dificultades.

Evitación comportamental
Tolerar la situación problema, sin hacer algo al respecto.

Evitación cognitiva
Pensar en otras cosas, negando que exista el problema.

Reacción agresiva
Expresión impulsiva de la ira la cual se puede dirigir a uno mismo, a los demás y/u objetos.

Expresión emocional abierta
Expresar la dificultad, la emoción ligada a ella y se buscar resolver el problema.

Revaluación positiva
Identificar los aspectos positivos de un problema, sus ventajas y aprendizajes asociados.

Búsqueda de apoyo social
Disposición a buscar y recibir el apoyo proporcionado por el grupo de amigos, compañeros, familiares, entre otros.

Búsqueda de apoyo profesional
Se busca el recurso de profesionales o personas expertas para solucionar un problema o las consecuencias asociadas.

Espiritualidad
Consiste en la práctica de actividades espirituales, como son la oración, la meditación, lectura de textos sagrados, entre otros.

Espera
No se hace nada como tal, se espera a que la situación se vaya resolviendo a medida que pasa el tiempo.