En la mayoría de los casos, los
pensamientos negativos no son en sí un problema psicológico; son tan solo el
reflejo de aquello que no sale de acuerdo a nuestros intereses o situaciones de
las que quizás muchas veces no somos conscientes.
De esta manera debemos saber que el
mundo en el que estamos no está diseñado para encajar siempre con nuestros
intereses, creencias y preferencias y debido a esto muchas veces surgen
pensamientos y emociones que se escapan de nuestro control, plasmando esa
diversidad de experiencias que son estructuradas como buenas y malas.
Sin embargo, hay casos en los que los
pensamientos negativos y generadores de malestar pasan a ser parte del
problema. Esto ocurre particularmente cuando “entramos en bucle” y pasan a ser,
además, pensamientos intrusivos, que nos vienen a la cabeza una y otra vez a
pesar de (o precisamente a causa de) lo mal que nos lo hacen pasar.
Pero, ¡No te preocupes!, ante esta
clase de problemas hay varias cosas que podemos hacer.
Es relevante saber que lo primero que
debemos hacer para enfrentar estos pensamiento negativos que se vuelven problemáticos
en nuestro día a día, es decir aquellos que generan un malestar que se repite
con frecuencia y no logramos controlar , es acudir a un acompañamiento psicológico.
Sin embargo, si consideras que el
malestar que sientes por los pensamientos negativos no llegar a constituir un
problema que merezca la atención psicológica puedes optar por realizar algunos
cambios en tu día a día, como los a continuación propuestos.
1. NO TRATES DE ALEJARTE DEL TODO DE TUS PENSAMIENTOS NEGATIVOS
¡Lectores! No es realista proponernos bloquear totalmente nuestros pensamiento negativos ya que resulta contraproducente, porque no pone en estado de alarma frente a nuestra propia consciencia generando una predisposición a atraer más pensamientos negativos, entre ellos los que queremos eliminar.
2. DISTINGUIR LO QUE
TE GENERA ANSIEDAD DE TUS PENSAMIENTOS NEGATIVOS
Es importante que reconozcas tus
emociones y descubras en que escenarios de tu vida se presentan los
pensamientos negativos, así mismo, observar el contenido de esos pensamientos
como si fueras una tercera persona que toma nota de lo que pasa en tu mente, de
esta manera detectaras temas y generalidades en los contenidos de esos
pensamientos y empezaras a verlos no como un elemento de la vida sino como una
construcción de tu mente.
3. LLEGA A ESTABLECER HABITOS DE SUEÑO
Uno de los momentos en los que
los pensamientos negativos recurrentes causan más estragos es cuando estamos
intentando conciliar el sueño, sin apenas estímulos sensoriales que nos distraigan
de nuestros pensamientos y la
predisposición a preocuparnos si notamos que hay algo que nos mantiene en vela.
Para minimizar las posibilidades de tener problemas en este
sentido, es importante tener un horario de sueño claro y, si notamos que nos
cuesta dormirnos, salir de la cama durante 15 o 20 minutos y realizar alguna
actividad relajante y no exigente física o intelectualmente antes de volver a
intentar dormir.
4.
APRENDE A HACER “RESET”
Cuando notes que estás en un
estado ansioso que te pre dispone a “entrar en bucle”, realiza una actividad sencilla que te permite centrar tu
atención en metas a corto plazo: salir a correr, leer, meditar,
etc. Piensa que no es tiempo perdido, sino que sus efectos psicológicos
beneficiosos te permitirán centrarte y rendir mejor a la hora de realizar las
tareas y responsabilidades que debes cumplir.
5. ESTILOS DE VIDA SALUDABLE
Las personas en buen estado
físico tienen una predisposición menos a sufrir problemas con la gestión de sus
emociones. Come bien, haz ejercicio regularmente y cuida de ti en general.
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