Para el día de hoy queremos hablar sobre un tema importante en la vida de todas las personas, y que ahora con la situación que vivimos muchos de nosotros hemos sido mas conscientes de lo que sucede a nuestro alrededor; la experiencia misma de quedarnos en casa nos genera una emoción que puede ser inexplicable pero que vale la pena explorar y reconocer.
Las Emociones:
Son un estado afectivo concreto y
subjetivo que es experimentado durante un periodo
corto de tiempo y que genera algún tipo de
activación o manera de funcionar, que a su vez puede servir para favorecer algún tipo de conducta.
También nos permiten otorgar un valor determinado a la experiencia, sea esta interna o externa, y nacen del interior de las personas de manera innata. Está mediada en gran medida por las influencias ambientales y las vivencias y aprendizajes previos del sujeto.
Ademas debemos diferenciar las emociones positivas de las negativas:
Positivas: aquellas que nos generan algún tipo de placer. ( alegría, amor, ilusión, calma)
Negativas: las que nos resultan molestas o dolorosas. (tristeza, ira, asco, miedo)
Ambiguas: quiere decir que pueden resultar positivas o negativas desde la perspectiva del sujeto.(sorpresa)
Ahora bien, ¿como podemos controlar nuestras emociones?, en el siguiente vídeo les compartimos como la inteligencia emocional pretende convertir las emociones negativas en herramientas para guiarnos, encontrar nuevos aprendizajes y mejorar nuestras habilidades sociales.
Cuento: Las Emociones
Cuentan que una vez se
reunieron todos los sentimientos y cualidades del ser humano.
Cuando el aburrimiento
había bostezado por tercera vez, la locura, como siempre tan loca, les propuso:
¿vamos a jugar escondidas?
La intriga levantó la
ceja intrigada y la curiosidad, sin poder contenerse, preguntó:
- ¿a las escondidas? …
¿y cómo es eso?
- Es un juego - explicó
la locura- en el que yo me tapo la cara y comienzo a contar hasta un millón
mientras ustedes se esconden y cuando haya terminado de contar, el primero de
ustedes que yo encuentre ocupará mi lugar para continuar el juego.
El entusiasmo bailó
secundando por la euforia, la alegría dio tantos saltos que terminó de
convencer a la duda, incluso a la apatía, a la que nunca le interesaba nada.
Pero no todos quisieron
participar… la verdad prefirió no esconderse; ¿para qué? Si al final siempre la
hallaban, y la soberbia opinó que era un juego muy tonto (en el fondo lo que le
molestaba era que la idea no hubiese sido de ella) y la cobardía prefirió no
arriesgare…
- Uno, dos, tres… -
comenzó a cantar la locura.
La primera en
esconderse fue la pereza, que como siempre se dejó caer tras la primera piedra
del camino, la fe subió al cielo y la envidia se escondió tras la sombra del
triunfo, que con su propio esfuerzo había logrado subir a la copa del árbol más
alto.
La generosidad casi no
alcanzaba a esconderse, cada sitio que hallaba le parecía maravilloso para
alguno de sus amigos…
¿Qué si un lago
cristalino? Ideal para la belleza.
¿Qué si la hendidura de
un árbol? Perfecto para la timidez.
¿Qué si el vuelo de una
mariposa? Lo mejor para la voluptuosidad.
¿Qué si una ráfaga de
viento? Magnifico para la libertad.
Así, la generosidad
terminó por ocultase en un rayito de sol.
El egoísmo, en cambio,
encontró un sitio muy bueno desde el principio, ventilado, cómodo… pero solo
para él.
La mentira se escondió
en el fondo de los océanos (mentira, en realidad se escondió detrás del arco
iris), y la pasión y el deseo en el centro de los volcanes.
El olvido… se me olvidó
dónde se escondió… pero eso no es lo importante.
Cuando la locura
contaba 999.999, el amor aún no había encontrado un sitio para esconderse, pues
todo se encontraba ocupado… hasta que divisó un rosal… y enternecido decidió
esconderse en sus flores.
- ¡Un millón! - contó la locura y comenzó a buscar.
La primera en aparecer
fue la pereza, sólo a tres pasos de una piedra.
Después se escuchó a la
fe discutiendo con Dios en el cielo sobre zoología…
A la pasión y el deseo
los sintió el vibrar de los volcanes.
En un descuido encontró
a la envidia y, claro, pudo deducir dónde estaba el triunfo.
Al egoísmo no tuvo ni
que buscarlo. Él solito salió disparado de su escondite que había resultado ser
un nido de avispas.
De tanto caminar sintió
sed y al acercarse al lago descubrió a la belleza.
Con la duda resultó más
fácil todavía, pues la encontró sentada sobre una cerca sin decidir aún de qué
lado esconderse.
Así fue encontrando a
todos… Al talento entre la hierba fresca, a la angustia en una oscura cueva, a
la mentira detrás del arco iris… (Mentira, si ella estaba en el fondo del
océano) y hasta el olvido… que ya se le había olvidado que estaban jugando a
las escondidas.
Pero el amor no
aparecía por ningún lado.
La locura buscó detrás
de cada árbol, bajo cada arroyuelo del planeta, en la cima de las montañas… y
cuando estaba dándose por vencida divisó un rosal y las rosas… Y tomó una
horquilla y comenzó a mover las ramas,
cundo de pronto se escuchó un doloroso grito.
Las espinas habían
herido en los ojos al amor; la locura no sabía qué hacer para disculparse…
Lloró, rogó, imploró, pidió perdón y, como castigo, hasta prometió ser su
lazarillo.
Cuenta la leyenda que
desde entonces, desde que por primera vez se jugó a las escondidas en la
tierra… el amor es ciego… Y la locura siempre lo acompaña.
Leonardo
Wolk.
Tomado
de Coaching: el arte
de soplar brasas (2003)
ABC para manejar el estrés:
Como hemos demostrado en algunos de nuestros post anteriores el estrés puede ser un factor que aparece ante situaciones de alto contenido emocional o grandes cargas de responsabilidad; en ocasiones podemos ser conscientes de ello o en otras hacemos caso omiso a lo que esta sucediendo; es por ello que se desencadenan una serie de síntomas psicosomáticos que pueden afectar significativamente nuestra salud física y mental.
A continuación te invitamos a explorar este enlace interactivo donde encontraras explicaciones sobre el estrés digital, ¿como reconocerlo?, tips para realizar en casa, y otras opciones que pueden contribuir a tu bienestar.
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